"¡Que el miedo no te frene, salta!"

"¡Salta a la piscina! ¡Deja de tener miedo! O, espera, mejor. Ten miedo pero salta igualmente. ¡Se valiente, coge aire e impúlsate!”.



Ayer me dieron una bonita lección, me dijeron esas palabras que todos tenemos dentro de nuestra cabeza pero que, a veces, necesitamos oír en alto:
"Por muy difícil que sea el camino, por complicado que sea el reto que te planteaste no pierdas la FE. Mantén el sentimiento de esperanza intacto y continúa luchando por eso que quieres conseguir. No te rindas sólo porque haya días difíciles o "de bajón" eso es normal, fíjate en aquellos días en los que brilla el sol y tu motivación está a rebosar. Mírame a mí, ¡hace 7 años que estoy en Europa, en España!, y tardé casi dos en terminar de creerme que lo había conseguido..."


Todos nos podemos inspirar con historias de superación, de esfuerzo, de sacrificio... ¡Sólo tenemos que estar predispuestos a recibir esa energía!
Nuestra actitud ante lo que nos va sucediendo en la vida marca no sólo nuestra forma de ser, sino también la forma en la que nos tomaremos las experiencias futuras.
Quizás fui demasiado insistente, quizás me equivoqué en intentar vivir mi pasión. Quizás debería de haberme dado cuenta antes de llegar a la décima operación que tenía que parar, que jugar dentro de un campo de balonmano no sería mi futuro…
Puede que todo eso sea cierto, puede. Pero tengo claro que si no hubiera luchado hasta el último segundo, si no lo hubiera intentado las veces suficientes me hubiera sentido defraudada conmigo misma, una sensación que no hubiera querido tener para el resto de mi vida.
Esta lucha tan persistente me ha hecho sufrir mucho a lo largo del camino pero me ha dado tanto…, no podría sólo valorar lo negativo. Lo que el balonmano ha sido, es y será en mi vida no puede ser sustituido por nada. Y gracias a esto soy lo que soy ahora.
Creo que haber sufrido tantas lesiones, haberme operado otras tantísimas veces y haber salido de cada una de ellas pensando que era capaz de todo es lo que me hace pensar, hoy por hoy, que:
¡Puedo realizar cualquier deporte que me proponga! De hecho practico Boxeo y Crossfit a diario y, parece una locura, pero me encuentro genial, puedo hacerlo TODO, absolutamente todo. Y mis rodillas no son un impedimento, es mi mente la que me dirige a dar más de mí.
¡Me he aventurado en el mundo de las Neurociencias! Un mundo desconocido para mí, que me asusta y me da mucho respeto, pero que me hace sentir que soy un poquito mejor cada día.
¡Me he puesto el objetivo de hacer el doctorado! Nunca habría pensado que yo podía plantearme algo así, nunca me había planteado ese camino. Quizás porque creía que sería demasiado duro y no era capaz… Pero, ¿qué puede ser tan duro después de haber estado durante 6 años entrando y saliendo de quirófano para recuperarme una y otra vez de mis rodillas lesionadas?
¡Sigo luchando por lo que me apasiona: la mezcla de psicología y deporte! Seguir unida al balonmano, seguir unida a la competición…

Estoy segura, ahora, de que no habría sido capaz ni siquiera de plantearme estos retos anteriormente si no hubiera pasado por todo lo que he pasado…
Luchar nos hace fuertes aunque en esos momentos nos sintamos vulnerables, débiles, pequeñitos ante el mundo que quiere comernos… Pero es la manera de luchar y salir de esa lucha la que marcará la diferencia, la que te hará ser de “otra pasta”. Sin miedo puedo decir que estoy hecha de otra pasta, la pasta guerrera, la incansable, la que pierde la actitud el tiempo suficiente para darse cuenta que no debe hacerlo, la que se levanta cada mañana luchando por romper cada uno de los límites imaginarios que su mente le pone, la que busca de forma incansable sortear todos los obstáculos que le pone la vida…
Pero que vive, que lucha, que disfruta, que es feliz con sus días buenos y no tan buenos.


Mi conclusión: ¡Me lancé a la piscina con todos estos retos y no voy a dejar que nada de lo que suceda haga que me arrepienta de ello!

Estoy acostumbrada a luchar, todas las batallas se pueden ganar, si no que se lo digan a los médicos que anunciaron mi retirada del deporte cuando tenía 14 años. Solo me queda decir:

¡A SEGUIR, A LUCHAR, A VIVIR!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ideas para entrenamientos de Benjamines (Balonmano)

¡Más entrenamientos para Benjamines! (Balonmano)

Altibajos emocionales durante la recuperación