¿Sabes a qué se puede deber la baja autoestima?
Puede deberse a las Distorsiones Cognitivas. Estos son
malos hábitos de pensamiento que nos hacen construir una realidad irreal.
Para
que puedas hacerte una idea te mostramos algunos ejemplos:
- Hipergeneralización: Utilizar palabras como nunca, siempre, todo…
“No
meto ni un lanzamiento”, “Siempre que juego lo hago fatal”, “Nunca seré capaz
de realizar esa finta”…
- Designación global: Aplicar etiquetas estereotipadas a clases enteras de personas, cosas, experiencias, conductas…
“El
jugador nº8 fue muy agresivo en el partido de ida, este equipo está lleno de
animales que no saben controlarse”…
- Pensamiento polarizado: ver la realidad en blanco y negro, si no soy bueno, soy malo.
“Si
no marco todo lo que lanzo a portería, soy un paquete”…
- Personalización: todo tiene que ver conmigo.
“Cuando estaba hablando de los fallos defensivo sabía que se refería a mi porque en el último entrenamiento me miró varias veces cuando pasó algo parecido”…
- Autoacusación: acusarse a sí mismo de todo, tenga o no la culpa.
“Aunque
metieron el gol por tu lado, yo tendría que haber ido antes a defender al
compañero y entonces habrías llegado tu mejor”; “Si hubiera marcado ese penalti
o 7m hubiéramos conseguido empatar y seguro hubiéramos remontado”…
- Razonamiento emocional: se recurre a las emociones para explicar e interpretar la realidad y así orientar la acción.
- Lectura de mente: suponer que las otras personas son como yo.
“Sé
que está enfado conmigo por haber fallado eso, porque yo lo estoy y me culpo
por ello”…
- Falacias de control: los fallos son de todo el mundo menos yo.
“Hoy
he tenido el partido perfecto, hubiéramos ganado de no ser porque el portero no
paró nada”…
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