¡Aniversario!

12 de Mayo de 2007. Fecha grabada a fuego entre mis recuerdos quizás por la connotación emocional y dolorosa que lleva consigo.

Hoy se cumplen 10 años desde que empezó lo que ha sido una gran sombra que me ha perseguido durante este largo tiempo y de la que aún no he podido desprenderme.

Me llamo Cristina, soy una chica de Granada, deportista desde que tengo uso de razón y jugadora de balonmano desde los seis años.Tuve suerte, me enamoré de este maravilloso deporte y encima ¡se me daba genial!. 

Comienzo este Blog a modo de terapia, autoterapia. Me despido del deporte que ha llenado mi vida durante 18 años, a la vez, me despido de la forma en la que me he lesionado mis rodillas tantas veces que asusta solo el hecho de pensarlo.

Capítulo I: El detonante

Tenía 14 años, me encontraba entre mis mejores sensaciones deportivas: acababa de quedar Campeona de España con la selección de mi corazón, la Selección Andaluza, y estaba disputando el Sector Nacional con mi equipo, Bm. Almuñécar, en categoría Cadete cuando yo aún solo pertenecía a la categoría Infantil.

Disfrutaba, vivía, respiraba y soñaba con el balonmano.

Este primer sector nacional guarda muchos recuerdos, el primer partido disputado contra un equipo Vasco lo ganamos con alguna que otra anécdota graciosa que espero poder compartir más adelante.

Llega el 12 de mayo, segundo partido del sector, nuestro rival era un equipo catalán (Handbol Amposta). Llevábamos 13 minutos de partido, el marcador era favorable por pocos goles y me tocó correr un contraataque. Sin miedo alguno encaro mi zona preferida para ello, el extremo izquierdo. Avanzo sin miedo y cuando veo la línea de 9 metros adapto el balón para comenzar con los 3 pasos y así poder tirar a portería, de repente aparece una jugadora del equipo rival que sin pudor ninguno me hace un placaje lateral... No sé si vuestra imaginación es capaz de simular la imagen, pero mi cuerpo fue hacia delante y la pierna izquierda se quedó atrás..., a partir de ahí todo fueron gritos de dolor y lágrimas. Lejos de sentirse culpable esta chica llegó a decir a una de sus compañeras que lo que me hubiera pasado me lo había merecido. Evidentemente, ni mi mentalidad de 14 años ni la de 24 ahora consiguen encajar esas palabras. ¿¡Qué le había hecho yo a esa chica si lo único que a mí me importaba era poder jugar a balonmano!?.

Pues si, me rompí ese ligamento tan temido por los jugadores/as de balonmano,el maldito Ligamento Cruzado Anterior. Entiendo que hasta aquí cualquiera pueda pensar que es algo normal y que esto le ha pasado a muchos deportistas, pero no creo que se pueda pensar lo mismo de todo lo que vino después...